El jamón ibérico proviene de cerdos de raza ibérica, mientras que el jamón serrano proviene de cerdos blancos. El ibérico suele ser más sabroso y tiene un precio más alto.
En condiciones adecuadas de almacenamiento, el jamón curado puede durar varios meses. Una vez cortado, se recomienda consumirlo en un plazo de 3 a 5 días si se guarda en la nevera.
El jamón, especialmente el ibérico, es una buena fuente de proteínas y contiene grasas saludables. Sin embargo, es importante consumirlo con moderación debido a su contenido de sal.
Sí, cada tipo de jamón tiene un período de curación recomendado, que puede variar de 12 a más de 48 meses, dependiendo del tipo y la calidad del jamón.
Los cerdos ibéricos se crían principalmente en las dehesas del suroeste de España, donde tienen acceso a una dieta rica en bellotas.
Se debe abrir por el lado de la maza, la parte más ancha y carnosa. Esto permite obtener lonchas más jugosas y sabrosas y ayuda a preservar la calidad del jamón.
El jamón es una buena fuente de proteínas de alta calidad, grasas saludables, vitaminas del grupo B (como B1, B3 y B12), y minerales como hierro, zinc y fósforo. Sin embargo, contiene una cantidad considerable de sodio, por lo que se debe consumir con moderación.